Estimados amigos y compañeros de viaje:
Espero que al recibo de la presente se encuentren bien de salud, lo mío tan sólo fue una infección de garganta y un amago de sinusitis. Nada que un antibiótico de 3ªgeneración, descanso y unas buenas dosis de ibuprofeno no pudieran casicasi solucionar.
Levanté la veda antes de tiempo porque la ocasión lo requería. Desde mi tercera fila y en buena compañía a derecha e izquierda, sentí mi voz, esa voz que a veces cantando consigo elevar al infinito y un par de tonos más, muy modesta, tan pequeña, humilde e insignificante... Soberbio recital. Y el vello de punta que se dice, en más de una ocasión. De mayor quiero ser pianista.
Por lo demás, contarles que me siento muy afortunada. A mi lado (cerca y lejos) tengo personas que me lo dan todo. Todo y más. Pequeños y GRANDES detalles, a veces a fondo perdido, sin saber de antemano mi respuesta, que puedo asegurar devolveré con los cariñosos intereses oportunos y adecuados a la ocasión, en un plazo no especificado pero en cuanto me toque.
Eso de que se preocupen si estás bien, mal o regular, que se acuerden de lo que te gusta cuando consiguen pase vip para un concierto, que piensen que puedes necesitar algo, lo que sea y aquí voy nenabuena, corriendo a tu "RESCATE"... Como balas...
Es reconfortante, tranquilizador, sorprendente y muy gratificante confirmar lo que ya se sabe, que mi comité de notables es de lo mejorcito que hay esparcido por este mundo. Unos aquí, otros allá y el resto a veces lejos (nunca alejados) aunque se les sienta cerca tan a menudo. Yo vuelvo a estar siempre (o por lo menos se intenta) que me necesiten. Reitero lo de anteriores escritos, que ya soy la que fui, (aunque nunca seré la que era). Un poco tocada, crecidita y apaleadiña, con más paciencia y más desgana, pero la de antes. Estoy aquí para lo que quieras y necesites...
Mucho me han enseñado los años aunque caiga en los mismos errores (adaptación particular).
A menudo me pregunto si merezco las cosas buenas que me pasan (como las personas que me encuentro y de las que ya no me separo más), al igual que antes me interrogaba sobre lo divino y lo humano, sobre mi situación, ésta que ahora acepto sin refunfuñar y que tantos quebraderos de cabeza me obsequió hace no tanto tiempo...
Este fin de semana casi que vamos a hacer tortitas (con chocolate of course), venga.
Que el hecho de "merendar" ya no sólo sea un símbolo.
Y a ver si conseguimos coincidir algún año de los venideros... Por decir algo. Es broma. Nos vemos ya... Que me hace falta.
Quedando a la espera de sus noticias y confiando en que cada uno de ustedes tome las medidas oportunas para ser lo más feliz posible, se despide atentamente, la mujercactus.
