No es VIERNES : El que no promete no se siente obligado a cumplir

Asomo la cabecita para dar alguna explicación de mis ausencias a personas que se la merecen. Sepan disculpar mis desapariciones temporales que esta temporada las hubo y las habrá.

No me siento nada bien ni de salud ni de talante.

Aparte de un nuevo y latoso problemilla de salud (parezco un colador de tanta aguja, tanto calmante y tanta historia, a ver si el antibiótico me pone en forma que comienza el maratón de bodas), me encuentro desilusionada, desmadejada y casi un poco "descapotada" con puntuales acontecimientos. Vinieron los de siempre y más a echarme el capote, la mayoría sin saber todo lo que me pasa, pero no hay forma de arreglarme por lo menos de momento.

Para cada uno sus problemas son los más importantes, aunque a los demás les pueda parecer que carecen de trascendencia, y yo en este momento los tengo múltiples, variados y de distinta magnitud. Gracias a R y a mi gente que aunque no estoy dando explicaciones de todo lo que me ocurre, siempre entienden que para mí lo mío es lo peor, lo más difícil de tragar y eso, hay "píldoras" que por mucho azúcar que se les eche no bajan ni a la de tres.

Sigo sin perderme ni enfadarme, pero ya de vez en cuando sí me estoy ahogando, espero saber nadar al estilo apropiado para, por lo menos, flotar aunque me lleve esta corriente que me está arrastrando y hay que ver de qué callada manera... (Se me acerca usted sonriendo).

Sin estrategias, porque a la hora de la verdad parece que casi siempre sirven de nada, intento levantar un muro traslúcido (de los que dejan pasar la luz y a través del cual se intuyen las sombras) alrededor de mi sonrisa, más que nada para que me dejen tranquila y no hagan preguntas.

Mientras consiga que no se me mire directamente a los ojos parece que se va bien...

Lo que os envío y suena dice cosas como "no volveré a quererte tanto y no volveré a dejarte de querer", vamos que te seguiré queriendo pero no del mismo modo, más que nada por lo que pueda sucederme.

Me contaron que el tiempo pone a cada uno en su lugar y yo pensando que por fin ya ocupaba el mío, qué tonta, no?

A ver, que lo que está pasando entre otras "menudencias" (y sin ir por bulerías) es que es la segunda vez que mi alguien preferido me falla en algo importante para mí. En la otra ocasión, hará casi unos seis años, intuí argumentos de peso entre las mentiras piadosas que me contó, pero es que de ésta no hubo ni siquiera excusas que pudieran adornarlo.

Lo chungo es que dicen que no hay dos sin tres......