ES VIERNES : Y si es un poco largo, será que la ocasión lo merece.

Érase una vez una mujer a escasos días de cumplir 33 años, que reflexiona sobre todo lo acontecido en los últimos meses, desde la última vez que sopló la velita del deseo.

Resulta que hace un año no se veía mucha luz al final del túnel. PERO LA HABÍA.

Que lo que la mujer creía ver como fondo (de la piscina) mientras se dejaba hundir lentamente, todavía no era…. Existía un más abajo.

Pero que cuando todo se veía negro y pensaba que ni siquiera había un gris… Aparece un luminoso y estupendo blanco, blanco puro (a veces duro y deslumbrante).

Ha sido un tiempo complicado el que me tocó. He conocido (poco o mucho) a unas cuantas PERSONAS y a muchísima gente. Algunas de las personas vinieron para quedarse y aquí siguen queriéndome a full time. La “gente” sólo pasó, casi no dejó más huella que pequeñas decepciones que colean de vez en cuando y… Desapareció. Déjales ir.

Al tiempo que perdía a un ser muy querido para mí, me dí cuenta que yo quería VIVIR y ya puestos, vivirla bien… Sólo necesitaba vuestros pequeños empujoncitos, mis ganas y el gran empujón de Mayo, que me lanzaron de nuevo a la vida real.

Parte del periodo estival, lo pasé con algún que otro problema de salud y un par de temas personales que me hicieron caer en un pozo tan profundo y oscuro en el que me quedé quietecita, ni siquiera miraba hacia arriba por el miedo a seguir cayendo.

De repente oí SU voz y me dí cuenta que al respirar poco y mal, no sólo me estaba haciendo daño a mí misma, a la vez machacaba a los que intentaban auparme para que pudiera asomar a la superficie y por lo menos, boquear…

El PERDÓN. El perdón y el olvido… Acompañados del grandísimo amor que siento por las personas que me rodean fueron los que de verdad me dijeron “rubia, hay que seguir”. Los vínculos afectivos que me unen a mi gente llevan una red tan tupida y prieta que es difícil tenga agujeros y cuando se deshilacha, es cuestión de coger aguja e hilo y decirle a la persona que toca que le quiero, siempre e incondicionalmente a pesar de todo y de… Bueno, a pesar de todo.

Las heridas ahí van, cicatrizando. Las marcas que dejó ese año de mi vida son de las que no puede darles mucho el sol de momento, porsiaca, y hay que cuidarlas MUCHO (o eso intentamos) porque durante un tiempo siguen tirando… Y cómo tiran las jodías!!

Pues eso, que vuelvo a cumplir años.

Y este sábado se casa la hermana de R, una chica con la que desde hace años mantengo una extraña y dinámica relación de afecto, y a la que, y debido al chantaje emocional al que me autosometo por sus circunstancias personales y familiares, estoy ayudando en todo lo que es posible y más.

Está claro que cada uno tiene sus limitaciones, pero he descubierto que siempre se puede abrir un poco la manga y sacar todas las ganas para hacer lo que esté en mi mano y los novios tengan un día feliz. Me esmero en que cada detalle, hasta el más pequeño de los que me han encomendado, esté preparado en el momento adecuado. Espero no quedarme sin voz para decir lo que tengo que decir.

También estoy de aniversario de boda,

Antón empieza el cole,

mi amiga M tiene ya tripita de embarazada,

me toca revisión médica,

me disgustaría si tu decisión llegase a ser firme,

espero por un tema laboral que me apetece mucho,

el lunes vuelvo a la dieta,

me gusta tener algo contigo,

a lo mejor me tomo un día libre,

creo que tengo un amigo más (espero que ninguno menos),

mi paciencia sí que tiene un límite,

me gusta la gente que toma las riendas,

he pasado calor, voy a cortarme un poco el pelo,

tengo ganas de verte… Sigo?

(Suenan Noisettes "Never forget you", algo sobre ron, whisky y las rayas de un tigre que no se pueden cambiar. Para tomar solo o con hielo).