Dicen que todo tiene un principio y un final.
No es vagancia ni cansancio, ni siquiera la falta de tiempo real que tengo.
Es simplemente que se ha cumplido una etapa.
Comencé a enviar el mail de los Viernes en el año 2.007, coincidiendo con otro cambio que hubo en mi vida. Por aquel entonces tenía un buen trabajo, pensaba que salud, y todo iba más o menos bien. Luego me ví obligada a guardar reposo durante meses, y sin poder atender el teléfono ni comunicarme con mi gente, porque había días que no podía ni moverme, decidí escribir cómo me sentía, qué me pasaba y cómo lo iba llevando.
Se convirtió en costumbre y comenzó esta rutina epistolar, que algunos hasta echaban de menos las pocas veces que (siempre justificadamente) dejé de ser puntual.
Durante todo este tiempo, a través de muchos meses, habéis leído y escuchado la evolución de mi enfermedad, cómo crece mi hijo, cómo lucha su abuelo, mis opiniones sobre política y cuestiones sociales.
Semana a semana intenté ir plasmando lo que había pasado en los últimos siete días. A veces me costó mucho escribir de forma que cada frase sólo la entendiera la persona a quien iba dedicada. Otras fui muy clara, como agua de roca.
Para mi recuerdo queda lo que escribí cuando cumplí 32 años.
El dedicado a mi padre en sus 79, a los que nunca pensó llegar después de uno de los años más duros de nuestras vidas.
Muchos otros en los que desesperada de dolor en mi cadera y en mi vida y desanimada ante la ausencia de soluciones, escribía para desahogarme, buscando refugio a un tiempo tan oscuro. Y que ahí quedan porque no quiero releer.
Nunca pensé VOLVER de la forma en que he vuelto... Volver a ver la luz de estaforma en que a veces hasta me deslumbra.
Hubo mails de amor, de desamor. Y de amor por encima de todo.
De amistades incondicionales que no saben de tiempos ni de distancias. De recuerdos imborrables. De miedo...
Hubo 34 verbos en presente en los que me acojo de vez.
Escribí sobre aceptar lo que tengo.
Sobre mis siempre omnipresentes ganas de vivir.
Viernes a Viernes fui informando puntualmente de cómo molestaba mi cadera si es que lo hacía.
Deesa fuerza que aparecía para hacerme seguir.
Hubo muchas sonrisas y alguna lágrima. Ninguna forzada.
En muchas ocasiones os hablé de ÉL, ese incondicional que tantas veces se encontró en mis palabras sin buscarse. Otras de mis otros Él o de Ellas... A algunos hasta les pusísteis cara.
Conté muchos disgustos sin dar más explicaciones. Fui orgullosa. Me regodeé en mi dolor el tiempo en que fui acerico. Pedí perdón... Dí las gracias miles de veces porque era justo y necesario. Busqué siempre la música que me acompañaba de forma que también "dijera" algo.
A través de lo que iba escribiendo, fui enviando señales a los que podían y conseguían percibirlas. Hubo quien se sintió aludido cuando no debía y al contrario.
Gracias a esto, conocí a personas maravillosas que hoy forman parte de mi vida real y que han estado a cada momento malo y bueno al pie del cañón :
Madriña, Morita, Cofete, Bimbi, Bruni, LadyLaura... Ellos llegaron y se quedaron.
Fui sincera en todo momento.
Os hablé mucho de los cuatro pilares de mi vida :
De mi HIJO, de mi PADRE, del que fue mi compañero durante 10 años y de mi AMIGO. Hoy sólo tengo tres de esos pilares, pero el que falló, el cuarto, lo compone mi gente : "Os Meus", que dejaron de ser puente para formar parte de la estructura.
Llegué a compartir partes de mi novela. Porque SIEMPRE seguiré escribiendo, aunque ya no sea aquí...
En estos años la vida me hizo un poco egoísta, me castigó y premió haciendo caso omiso a los efectos colaterales que podían tener los castigos y los premios.
Ahora comienzo otra etapa. Tantos escalones bajados para tener que volver a subirlos. Siempre subiendo, siempre hacia arriba. Cuando bajo algún peldaño, luego vuelvo a subir despacito, aunque sea gateando como me tocó tantas veces.... Corrí, nadé, caminé, navegué... Nunca me rendí...
Tantas veces volaron gaviotas!!
Y AHORA LA QUE VUELA SOY YO.
Gracias. GRACIAS por el apoyo y cariño que me habéis regalado en los últimos años.
En cada "POR TI" del tema que acompaña están de alguna manera cada uno de los que me quieren. Mi propia letra.
No pienso borrar ni olvidar.
Ata máis ver, Queridiños. Ata máis ver...
ni si escribo bien, mal, o mediocre,
sólo sé que escribo lo que siento,
quizá con eso mi alma se conforme"
Alfonso Salvatierra