2 de diciembre de 2008

No mola jugar con fuego porque puedes quemarte


Por fin mi amiguito del alma ha tenido la oportunidad de negarme por segunda vez y antes que acabe el año, hará como Pedro y me negará una tercera.

Como Pedro, nunca Judas.

Es un acuerdo tácito, un pacto no escrito hace tiempo entre los dos, para no hacer daño a quien o a quienes pudieran sentirse heridos. Va cumpliendo, como SIEMPRE lo ha hecho durante todos estos años. Él es una de esas 7 mejores cosas que dicen nos suceden a lo largo de nuestra vida.

Hay quien no cree y encima me ha discutido sin argumentos (y eso jode), que la amistad entre los dos géneros es imposible a no ser que sean pareja, y que por eso, por ser de sexo opuesto (yo prefiero decir complementario), o acaban mal o en la cama.

No siento nada decir, gritar y regodearme en que sí, sí que EXISTE... Y a la vez seguirá negándome porque es lo más difícil, porque me lo prometió una vez y esa mirada limpia siempre me dice muchas verdades (y no sólo las que quiero oír).

Que si le quiero? Pues claro!! Pero ya tengo marido, bonitas. Le quiero porque es mi AMIGO, me atiende, me riñe, me apoya, me ayuda, me aconseja, me cuenta, si hace falta se emborracha conmigo, etc... Me ESCUCHA. Y es recíproco.

SÓLO HAY QUE TENER MUY CLARO EL LUGAR QUE SE OCUPA EN EL CORAZÓN Y EN LA VIDA DEL OTRO.

Hay quien juega con ese fuego que quema, hace preguntas que no debería y claro... Acaba chamuscándose. Ese tipo de personas nunca lograrán entender lo que hay entre dos buenos amigos sean del sexo que sean, y tampoco comprenderán que la amistad tiene muchos pilares que sostienen, entre ellos el apoyo, la sinceridad y el respeto. Que yo quiero y puedo darle.

Y él me da a mí, señoritas de la unidad de quemadas.

Lo siguiente es repetido porque sé que le gustó cuando lo escribí :

"Amigo, distingo tu voz entre la gente, siento tu mirada en mi espalda, intuyo tu respeto hacia mí, aún a ojos cerrados sé cuando estás. Gracias".

A alguna le toca retirada porque yo aposté al caballo ganador. Y triunfé.

3 comentarios:

Nacho dijo...

¡Qué buena disertación de la amistad! Estoy contigo, nena. opino como tú. Porque si no opinara como tú, tendría una larga fila de amantes, tantas como amigas, jajaja

*Laura* dijo...

Holaaaaaaaaaa, nunca te había leido la verdad, hoy no tengo mucho tiempo pues me voy a ver a mi abue a la resi, pero te prometo ver el blog con un poquito mas de calma, un besito!!!.

Juani dijo...
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