Es VIERNES : Y no es de ligeros la carrera, no...

Sé que ando monotemática las últimas semanas, pero no me queda otra. Todo, o casi todo ha pasado de repente a un segundo plano. Trato de pensar y ocuparme de muchas otras cosas, ver a mi gente para distraerme y porque les necesito, pero a veces no alcanzo... Sepan disculparme.

Intento no pensar en lo que pudo haber sido y no fue.
Procuro no temer al futuro, a pesar que a veces hay un MIEDO que lo invade todo.
Vivo este presente como si cada día fuera el último, aunque confío en que de momento no lo es...
Y estoy buscando seriamente la manera de soltar un pesado lastre que arrastro desde hace un tiempo.

Quizás son los momentos en que no me dejáis sola aunque me empeñe; la fuerza que, aún cansado, desprendes cuando me miras; el sueño, que agotada como me encuentro, a veces ahora consigo conciliar.

Acaso algo de esto y todo a la vez, es lo que me da el impulso necesario para no callarme, no callarme NUNCA. Para seguir escribiendo; para continuar esperando, como siempre, tu voz; para llevar todo según el programa de "actos del día".

"Me volví y vi debajo del sol,
que ni es de los ligeros la carrera,
ni la guerra de los fuertes,
ni aún de los sabios el pan,
ni de los prudentes las riquezas,
ni de los elocuentes el favor;
sino que tiempo y ocasión acontecen a todos.

Porque el hombre tampoco conoce su tiempo,
como los peces que son presos en la mala red
y como las aves que se enredan en lazo,
así son enlazados los hijos de los hombres
en el tiempo malo,
cuando cae de repente sobre ellos.
Libro del Eclesiastés 9:11-12